Superviviente por
excelencia en esta campaña de primarias republicanas, el candidato ultraconservador,
Rick Santorum sabe que se juega más que en ninguna de las otras elecciones en
las que ha participado, por eso, ha sido Ohio donde ha decidió pasar más
tiempo, y donde más ha endurecido sus críticas al presidente Obama y a su
principal competidor, Mitt Romney. Ohio es el estado más preciado porque los políticos
le atribuyen el hábito de elegir presidentes según la tradición que nos muestra
la historia; desde 1964 ha votado en las presidenciales al candidato ganador. Ofrece
66 delegados de los 1.144 que los aspirantes necesitan para hacerse con ella.
En él, además, Romney y Santorum están empatados en cuanto a intención de
votos, según los últimos sondeos.
“Merece ganar estas elecciones alguien que piense que no se
pueden comprar estas primarias” dio en Dayton el candidato Santorum, que posee
una retórica muy agresiva, propia de un predicador. Desde su oposición al
aborto y a la separación entre Iglesia y Estado, hasta su crítica feroz a la
cobertura obligatoria de anticonceptivos por parte de seguros médicos, uno de
los temas de los que más se está hablando en estas primarias.
Entre el público, durante el discurso de Santorum, Jay
Weyland, respondía a las propuestas más extremas de Santorum con vítores. Había
conducido hasta aquí desde Kentucky, tres horas al volante para apoyar a Santorum.
Rick Santorum parte de una insurgencia que tiene la intención
de seguir luchando hasta el final, con la sospecha de que los gerifaltes del
Partido Republicano han elegido ya a Romney como nominado y solo tratan de
desbancar a Santorum.
Su rival, Romney, atesora 173 delegados frente a los 74 de
Santorum. Y cuenta con más dinero para la publicidad. Con 3,5 millones gastados
para anuncios y publicidad en general, él y sus grupos políticos han
cuadriplicado en inversión a Santorum. De ahí las quejas de este último
candidato de que las elecciones no se deberían comprar.
A algunos asistentes a sus discursos políticos los convenció.
Una asistente decía: “Los valores, eso es lo que finalmente me llevará a votar
a Santorum”, comentó Vi Gillis,de 60 años, “Fiscalmente soy conservadora, y por
eso pensaba en votar a Romney, que fue empresario y tiene buena experiencia.
Pero la verdad es que creo más en la defensa de la familia y en detener el
aborto y los derechos de los gais. Y de momento en estos temas ningún candidato
ha superado a Santorum. Me ha convencido.”
Fuente: Edición Impresa de El País. 6 de marzo de 2012.
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